El viaje de las figuras de la Literatura Universal era el título del proyecto en el que cada alumno eligió un autor o autora o personaje literario, escribió y recitó su biografía en primera persona, -ya que todos se caracterizaron para dar vida al personaje que habían escogido para homenajear las letras-, y nos presentó su maleta en cuyo interior debía haber tres elementos:

1. 1. Un objeto importante para la figura que representaban. Por ejemplo, Šemík traía consigo una botella con agua del río Vtlava y una manzana, por si le entraba hambre; Krisař no podía olvidar llevar al menos una rata en su maleta; ni Hemingway su vaso de ron; ni Crowley un disco de Queen; ni Harry Potter a Hedwig; o Pamuk, las monedas viejas Kırmızı Saçlı Kadın o la autora de Mujercitas, un reloj antiguo.
   2. Una fotografía, como la de los hijos de Němcová o la de Arziraphale de Crowley.
   3. Un fragmento de la obra literaria que habían escrito o en la que aparecían como personajes.

Los alumnos representaron de manera magistral este viaje literario y ofrecieron un buen abanico literario que, sin lugar a dudas, se transformó en una motivación clara a la lectura de todas las obras que cobraron vida.